
«Los niños hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) podrán estar acompañados por sus padres las 24 horas del día, también mientras les realizan pruebas médicas.»
Es más que una buena noticia que el Ministerio de Sanidad conjuntamente con las comunidades autónomas reconozcan el papel fundamental de la cercanía de los padres a sus bebés recién nacidos y establezcan criterios comunes para promover que la madre o el padre puedan estar 24 horas al día con sus hijos en la unidades de cuidados intensivos o UCI, en cualquier momento, incluyendo las pruebas clínicas, que suponen un plus de estrés y/o dolor para el niño, ya que las caricias y abrazos y cuidados paternos y maternos «ayudan a los hijos a recuperarse física y emocionalmente.»
Asimismo se admiten los beneficios del contacto piel con piel de la madre y del padre con el recién nacido, «el máximo tiempo posible.» Cuando se produce ese contacto prolongado, «los bebés lloran menos y mejoran», cosa que hasta ahora no se reconocía.
Es interesante constatar que la Haptonomía como «ciencia de la afectividad» y otras instancias, incluidas las peticiones de los propios padres, recojan sus frutos en lo que a los cuidados del neonato y sus padres se refiere.
El contacto con el hijo también permite a los padres desestresarse en un momento tan delicado y decisivo de sus vidas.
Fuente
www.serpadres.es