
Después del invierno, cuando comenzamos a quitarnos las capas de ropa de encima y pensamos en ponernos el bañador, nos damos cuenta de que hemos engordado más de lo que hubiéramos deseado. Entonces empieza una lucha sin cuartel contra la grasa abdominal y pretendemos lograr en pocos días un vientre plano. Sin embargo, a menudo este camino está lleno de escollos, obstáculos que nos planteamos nosotros mismos debido al desconocimiento.
Errores más comunes al lograr ese abdomen plano y tonificado
1. Limitarse a hacer abdominales. Es cierto que los abdominales son unos de los ejercicios más eficaces para perder la grasa acumulada en esta zona pero muy pronto los músculos abdominales se acostumbran al ejercicio y, a menos que incluyas nuevos movimientos, el entrenamiento deja de ser eficaz. Además, estos ejercicios solo trabajan los abdominales oblicuos y los transversales.
2. Practicar ejercicios todos los días. A menudo, motivados por el deseo de alcanzar resultados rápidos, entrenamos todos los días. Sin embargo, los músculos abdominales, al igual que el resto de los músculos del cuerpo, necesitan un periodo de descanso. Si los llevas al límite todos los días, estarás sometiéndolos a una tensión excesiva. Recuerda que después de una sesión intensa de ejercicios lo ideal es que los músculos descansen un máximo de 48 horas, así les darás tiempo para recuperarse y fortalecerse. Entrenar tres días a la semana suele ser suficiente para perder la grasa abdominal.
3. Evitar los ejercicios cardiovasculares. Para lograr un vientre plano no solo debes trabajar los músculos abdominales sino también quemar la grasa y esto se logra con los ejercicios cardiovasculares, que también fomentan la pérdida de peso. Considera que el cuerpo utiliza la grasa acumulada como su reserva de combustible, una reserva que se consume fundamentalmente al realizar ejercicios cardiovasculares moderados en los que el ritmo cardiaco alcance entre el 60 y 70% de nuestras pulsaciones máximas.
4. Limitarse a hacer dieta. Reducir el número de calorías diarias nos permite perder peso pero eso no implica que eliminaremos la grasa corporal y mucho menos que tonifiquemos los músculos abdominales. De hecho, apostar únicamente por la dieta y olvidarnos de los ejercicios puede provocar la temida flacidez abdominal. Por tanto, una de las mejores alternativas para reducir la barriga y el abdomen consiste en combinar una dieta sana con la actividad física.
5. No seguir una dieta equilibrada. Muchas personas piensan que hacer ejercicios con regularidad es un salvoconducto para comer cualquier cosa y sin medida. Sin embargo, no hay nada más lejos de la verdad. Aunque hagas ejercicios debes continuar vigilando las calorías y, sobre todo, la calidad de los alimentos. Los productos procesados, como la bollería industrial o los alimentos precocinados, se transforman en grasa que se acumula en la zona abdominal y que te impedirá lograr el vientre plano que deseas.