
Un aumento de pecho es una operación que puede ayudarnos a sentirnos más cómodas con nuestro cuerpo, a lucir una imagen más acorde con nuestros gustos y a mejorar nuestra autoestima. Sin embargo, como cualquier otra operación puede generar dudas y preguntas. Es absolutamente normal que antes de tomar la decisión de pasar por el quirófano surjan en nuestra cabeza varios interrogantes y también que algunas creencias erróneas nos hagan dudar. Por eso, en este artículo queremos despejar algunas cuestiones relacionadas con el aumento de pecho y eliminar mitos entorno a esta cirugía cada vez más habitual en nuestro país:
1. ¿Es cierto que las prótesis pueden explotar en los aviones?
Sin duda, ésta es una historia recurrente cuando se habla de prótesis mamarias y uno de los mitos más extendidos. La respuesta es NO. Las prótesis se fabrican bajo los más estrictos controles de seguridad y se transportan desde sus países de fabricación (Alemania, Irlanda, Estados Unidos…) al resto del mundo. En la mayoría de ocasiones este transporte se realiza por vía aérea, por lo que no tenemos que preocuparnos cuando subamos a un avión porque es muy probable que nuestras prótesis ya hayan viajado en este medio de transporte sin sufrir ningún daño.
2. ¿Tendré que cambiar mis prótesis a los 10 años de la operación?
En absoluto. Todos los fabricantes de prótesis ofrecen garantía de fabricación que va desde los 10 a los 20 años (algunos incluso ofrecen garantías de por vida). No obstante, ello no supone que nuestras prótesis nos duren para siempre. Es probable que en algún momento durante la vida de una mujer haya que reemplazar sus prótesis por otras nuevas, pero eso no significa que haya que hacerlo si no existe un criterio médico para ello (rotura…) o si no dan problemas. El reemplazo, pues, dependerá de cada caso en concreto y puede ser a los 10 años, a los 20 o incluso en periodos más largos de tiempo.
3. ¿Puede mi cuerpo rechazar las prótesis?
No, a diferencia de otros tipos de implantes, las prótesis no son rechazadas por el cuerpo. Sin embargo, lo que sí puede pasar es que se produzca una contractura capsular (una cicatriz más gruesa de lo normal alrededor del implante). En algunos casos esta contractura puede requerir una reintervención, pero no siempre.
4. ¿Si me pongo implantes no podré dar el pecho a mis futuros hijos?
Las intervenciones para colocar implantes no cortan la comunicación de los conductos galactóforos con el pezón, por lo que no se impide la lactancia.
5. ¿Podré realizar deporte tras la intervención?
Sí, aunque es importante tener en cuenta que durante el primer mes tras la operación se recomienda no realizar actividades deportivas intensas. A partir del primer mes, si la recuperación es correcta y no existe ningún problema que lo desaconseje, se puede realizar deporte con la precaución de utilizar un buen sujetador.
6. ¿Me quedará cicatriz?
En la mayoría de los casos, las cicatrices son casi imperceptibles. Sin embargo, siempre que incidimos con un bisturí sobre la piel, ésta responde con una cicatriz cutánea. Existen cremas y apósitos para mejorar el aspecto durante el proceso de cicatrización que nos pueden ayudar a borrar estas marcas y dejarlas prácticamente invisibles.
7. ¿Es más difícil detectar un cáncer de mama si llevo prótesis?
En algunos casos, las prótesis pueden dar falsos positivos en una mamografía, por lo que es necesario recurrir a pruebas complementarias (como la resonancia magnética) para descartar un posible tumor. No obstante, la prótesis empuja a la glándula y es más fácil detectarse un nódulo a la palpación. Además, se ha comprobado que los implantes no aumentan el riesgo de este tipo de cáncer ni tienen ningún efecto sobre el pronóstico o la evolución de la enfermedad en caso de padecerla.