
Los baños de barro son cada vez más populares y pueden ser una actividad para realizar incluso con niños ya que no solo es divertido sino que también tienen muchas propiedades beneficiosas para el organismo: cicatrizan heridas, sanan picaduras, ayudan a la pérdida de peso ya que atrae los líquidos a la superficie, son beneficiosos para el sistema digestivo, problemas de indigestión, dolores musculares, articulaciones, problemas de la piel como el acné, son exfoliantes, sirven para tratar el insomnio, la angustia, la ansiedad, la hiperactividad, problemas de columna, artritis, atrofia muscular, etc.
La fangoterapia no es una «terapia alternativa» sino que se remonta a la época de los egipcios, los griegos y los romanos. También vemos cómo muchos animales, entre ellos los elefantes, se dan baños de barro instintivamente.
Antes y después de tomar un baño de barro hay que darse una ducha. El tiempo de permanencia en el barro debe ser de 12 minutos durante los cuales se entra en un estado de somnolencia o sopor gracias a los efectos calmantes del barro y al vapor.
El fango, el lodo o el barro sea en frío o en caliente, proporcionan a la piel y a la sangre «todos los principios activos de los minerales y oligoelementos necesarios para reestablecer el metabolismo y el equilibrio natural.» Esto se debe a que cuando se evapora el agua desaparece la contaminación de los fangales, y aumenta la concentración de hierro, azufre, magnesio, manganeso, calcio, zinc, fósforo, cobre, oligoelementos y minerales geológicos como feldespato, micra, cuarzo, silicatos, etc.
En España podemos tomar baños de barro en la zona norte del Mar Menor en lo que se denomina Las Charcas de las Salinas, en Lo Pagán; en la Cala Xarraca en Ibiza o la playa de Sa caleta o d’es Bol Nou, también en Ibiza y en Aigües Blanques. En Cataluña está el Parque Natural los Aiguamolls de l’Empordà.