
Bulimia significa «Hambre de buey» (proviene del griego (boulīmia), que se compone de (bous), buey y (līmos), hambre. Significa hambre en exceso o hambre de buey.
Como bien indica su nombre la bulimia nerviosa (BN) es un trastorno de la conducta alimentaria en el que el sujeto, de forma episódica y recurrente ingiere grandes cantidades de alimento de manera compulsiva, voraz y caótica (“atracones”) con el consecuente sentimiento de culpa, vergüenza y depresión por no poder mantener el control. A manera de compensación, el sujeto se induce el vómito, o recurre al uso de laxantes, diuréticos, dietas restrictivas y mucha actividad física. Podríamos decir que la BN es la otra cara de la anorexia nerviosa (AN): en la AN el sujeto consigue su objetivo y en la BN, fracasa. A esta conducta, que suele pasar desapercibida, subyace como síntoma más evidente una enorme preocupación por el peso y la figura.
Dos subtipos de Bulimia Nerviosa
Bulimia Nerviosa purgativa y Bulimia Nerviosa no purgativa. En la primera la persona se empeña regularmente en provocarse el vómito o hacer un uso excesivo de laxantes y diuréticos. Es habitual encontrar una historia familiar de obesidad, sobrepeso pre-mórbido, mayor impulsividad, y mayor labilidad emocional.
En la segunda, la persona se limita a hacer ayunos y un excesivo ejercicio físico. Los BN purgativos representan los dos tercios de todos los casos de BN.
La adolescencia es la etapa más vulnerable para padecer este tipo de trastornos. Es una etapa en la que la persona está permanentemente preocupada por su aspecto en general, y en la que se producen cambios fisiológicos, cognitivos y emocionales, y sobre todo sociales, de envergadura. Los chicos estarían más preocupados por la musculatura y las chicas por la delgadez. Las tasas de incidencia oscilan entre el 4% y el 6, 4% y entre el 0, 3% y el 1% de las chicas y chicos, respectivamente, entre los 12 y 21 años, siendo mucho más frecuente en mujeres que en hombres (una proporción de 9: 1) según refleja la Guía Práctica Clínica sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria del Ministerio de Sanidad (2009).
Causas
Los factores precipitantes de la BN suelen ser el fracaso del individuo por adaptarse a las demandas socioculturales (por ejemplo, haber recibido críticas respecto a su cuerpo o a su imagen, acontecimientos estresantes, etc.). Los factores predisponentes pueden ser familiares, socioculturales o personales (edad, sexo, características de la personalidad). Los factores de mantenimiento hacen referencia a la autoperpetuación del trastorno en forma de círculo vicioso.
Cuando hablamos de demandas socioculturales nos referimos a los patrones de belleza, de delgadez extrema, a que incitan los medios de comunicación, principalmente, y en la actualidad, de manera tal que se instaura una moda o exigencia de que los sujetos busquen amoldarse a dichos patrones considerados como ideales. Se promueve la delgadez a través de la imagen de las modelos y actrices, se promocionan dietas milagrosas, productos y equipos para mantenerse en forma como sinónimo no solo de belleza sino también de éxito y autocontrol, y a la vez aumenta la cantidad de publicidad de alimentos engordantes con alto contenido calórico, en azúcares y grasas.
Pero la Bulimia Nerviosa es una enfermedad multifactorial que puede deberse a trastornos biológicos (alteración del funcionamiento del hipotálamo, que maneja la señal de saciedad del organismo), problemas psiquiátricos, como respuesta a relaciones interpersonales inadecuadas o destructivas (de pareja, amistosas y/o familiares), y a los ya citados efectos de la publicidad y las modas como factor sociocultural.
Desde la clínica psicoanalítica lo que destaca en pacientes con BN es la tendencia del sujeto a situarse en un lugar de desvalorización con respecto a sus objetos amorosos que son percibidos como omnipotentes. El o la paciente percibe rechazo por parte de la madre y severidad por parte del padre. Sus relaciones tienden a ser superficiales, conflictivas, y autocomplacientes por temor al abandono. La BN sería un modo de contener la angustia ante el rechazo y la violencia vividas por estos pacientes.
Según McDougall (1988), la Bulimia Nerviosa dejaría ver el deseo inconciente de estas personas por reparar o retener lo que le falta o lo que está dañado en su mundo interno, dando lugar a las repeticiones compulsivas. Otros autores se centran en la relación madre-hija: por ejemplo, Vacarezza (2002), señala que “la madre cuando alimenta al infante, también le transmite sus expectativas y afectos, además de fungir como traductora de las señales del niño. Por lo cual, ambos establecen una relación dialéctica, donde se viven sentimientos de seguridad bienestar o temor (Ajuriaguerra, 1998).”
De acuerdo con Levi-Strauss (1993), “…la madre es la primera representante de la cultura para el infante, ella será quien le transmitirá las normas, valores, tradiciones y costumbres… esta transmisión tendrá la finalidad de dar un lugar al niño en el orden simbólico y a la vez coadyuvar junto con el desarrollo psicosexual a estructurar el sujeto en su sexualidad masculina o femenina… Para Tubert (2000), la voracidad y la autoinducción del vómito pueden representar el anhelo de la separación de la madre con la hija. Para Foucault (citado en Tubert, 2000), es una dinámica de obediencia/resistencia donde se busca destruir al cuerpo como único medio de provocar una separación o corte que no se puede practicar de otro modo. Por consiguiente, en la conformación de la subjetividad del sujeto están presentes dos influencias: el aspecto cultural, al desenvolverse desde sus inicios en un ambiente social donde existe una serie de prohibiciones y roles a desempeñar de acuerdo al género, y los procesos intrapsíquicos que le permitirán asumir su sexualidad y acceder como sujeto deseante.”
Síntomas
Sintomas psicológicos
En cuanto a la sintomatología a nivel psicológico, encontramos en las y los pacientes con Bulimia Nerviosa lo siguiente:
- Posición infantil dependiente en sus relaciones con otras personas.
- Polarización en la descripción de las personas como totalmente buenas o totalmente malas.
- Poca aceptación de su femineidad/masculinidad
- Idealización en las relaciones.
- Tendencia a ser solitarias.
- Incapacidad de expresar sentimientos y emociones (alexitimia).
- Sentimientos de minusvalía, lo que las lleva a sentirse humilladas y rechazadas por los demás.El tipo de relación que establecen con los otros es superficial.
- Incapacidad para expresar desacuerdos o molestias ante otras personas, lo que las lleva a realizar conductas autopunitivas.
- Sentimientos de no ser importantes para los otros, lo que las lleva a temer el abandono, el rechazo y la soledad.
Complicaciones físicas:
- Callosidad en el dorso de la mano “Signo de Russell” se produce por el roce constante de los incisivos superiores al provocarse el vómito.
- Si se da el vómito con una periodicidad media de 3 veces por semana durante un periodo de 4 años se producirá erosión del esmalte dental y caries.
- Depleción de los niveles de potasio
- Hipertrofia de la glándula parótida
- Hipopotasemia
- Edemas en extremidades
- Complicaciones digestivas
- Infecciones urinarias
- Alteraciones dentales
- Amenorrea.
- Arritmias cardíacas
- Crisis tetánicas (rigidez muscular).
- Parestesia periférica
- Crisis epilépticas
- A la largo plazo
- Daño renal.
- Irregularidades menstruales.
- Estreñimiento