
En los últimos años parece haber más parejas divorciadas y separadas que parejas estables. Obviamente, todos podemos equivocarnos y el divorcio o la separación son en última instancia la única salida para una pareja que no puede reconciliarse.
Pero ¿cuales son los trucos para mantener la pareja si es que los hay? Todos miramos con envidia o admiración a esas parejas de viejecitos que aun van de la mano a pesar del paso de los años. ¿Cuál es su secreto?
En primer lugar debe existir amor, un sentimiento que nos permite soportar los malos momentos y disfrutar de los buenos. Sin amor no hay pareja que aguante las dificultades. El sentimiento de amor va unido al deseo, a la necesidad recíproca de protección y cercanía y es también una pasión. De ahí que si el otro es feliz nosotros también lo somos.
Luego es fundamental que seamos honestos con nosotros mismos y con el otro. Sin honestidad no puede existir un compromiso auténtico. Ésta quizás sea una de las facetas más difíciles de sobrellevar porque ser honestos requiere que sintamos confianza en el otro y en uno mismo. Vivir en el engaño mutuo o en el autoengaño destruye el amor.
Madurar juntos es la tercera de las reglas que podemos sugerir. El crecimiento y enriquecimiento de ambos cónyuges permite plantearse nuevas metas y no estancarse. Es lo que nos permite tener visión de futuro y hacer planes a largo plazo. Es la única forma de evitar la rutina y hastío.
También es importante tomar a la otra persona tal cual es y no intentar cambiarla. Esto requiere ser tolerantes y comprensivos, evitar las exigencias y los reproches. Hay que poder ser empáticos e identificarnos con el otro y respetarlo.
Ser generosos también es importante. Saber dar y saber recibir y trabajar de común acuerdo y valorarnos mutuamente.
Y finalmente es importante la sexualidad, que es en la que se reflejan todos los demás puntos que hemos señalado. Amor, honestidad, tolerancia, crecimiento interno, respeto, generosidad…