En las civilizaciones pasadas los hombres se acicalaron con elementos sencillos de la naturaleza, los que muchas veces eran como amuletos. Con el tiempo aparecen las alhajas, que fueron símbolo de reinar y que conocemos, por la tradición de los muertos o por las representaciones en esculturas y diversos cuadros.
El origen de la bisutería va paralela a la del ser humano, y que aparece con fines mágicos y de vigilancia. Los pueblos más antiguos se buscaban de conchas, piedras o flores de colores a fin de fabricar sus accesorios más personales y así poder obtener un poder súper mágico que se le asignaba a esto mismo.
En mitad de edad media las joyas se guardaban a los religiosos, a los soberanos así como a los que vendían en tiendas. Estás eran entonces un símbolo de poder. Luego, se volvió el obsequio ideal para la persona que querías, adornando de esta manera a su enamorada y así hacer más grande el amor. La bisutería ha sido parte de la vida del ser humano durante casi 300 años.
Durante el 1700 la bisutería se ejecutaba con cristal y comenzó a recibir más importancia, pero no fue hasta casi un siglo más tarde, en 1800 que la bisutería de materiales semi-preciosos entró en el nuevo mercado. El uso de materiales de piedras semi-preciosos en la fabricación dio acceso a la masificación de la bisutería. La bisutería se hizo aún más popular por varios diseñadores de mediados del siglo XX.
Las principales estrellas de Hollywood de los años 40 y 50 a menudo llevaban producidas por diseñadores, que luego se reproducían para venderlas en las tiendas famosas.
Hoy en día, la bisutería es conocida como un verdadero arte, del cual todos tenemos acceso a ella.
En el siglo XXI son muchos los materiales utilizados y los usos que se le da a este tipo de bisutería, su condición tan cambiable le permitió abrir a nuevas formas, colores y materiales como la resina, el cristal, la madera, el cuero, el acero o las piedras preciosas, materiales que han dado a la joyería de fantasía una calidad enorme.
Aunque pueda parecer poco razonable por su obsesión por los metales y las piedras preciosas, fueron los famosos egipcios quienes hicieron las primeras piezas de este tipo de bisutería. A pesar de estos antiguos orígenes, el accesorio que nos ocupa no fue socialmente muy aceptado hasta el siglo XX.
Y aunque históricamente el galardón se la ha llevado Coco Chanel, fue Poiret el primero en arriesgarse con la bisutería en el mundo.
En 1913 incorporó piezas que imitaban a la alta joyería cara en su colección de invierno, y por primera vez las mujeres se atrevieron a lucirla sin considerarla piezas vulgares.
Después, Chanel se inventó unas perlas del tamaño de pelotas de pin pon y comercializó cristales en colores que nunca se habían visto jamás.
Es decir, se empeñó, como sólo ella sabía hacerlo ella, en que se notase que aquellas joyas eran falsas. Pero siguió experimentando más ¿por qué no combinar piezas verdaderas y falsas y así hacer dudar a las personas?
Como ya conocemos, funcionó. En 1924 creó su primer taller de joyería y se emprendió a ponerse las piezas que en él se fabricaban a plena luz del sol, cuando hasta el momento sólo se concebían como complementos de para la noche. Hoy en día puedes encontrar en internet multitud de páginas que te llevan a una tienda de complementos dónde puedes comprar bisutería barata.
De una manera u otra la bisutería está de moda y nadie puede decir lo contrario.
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