
En una boda hay mucho que planificar y el peinado no escapa a ello. Una vez tengas tu vestido de novia es el momento de empezar a pensar en el peinado, incluso antes que en complementos como el velo o un tocado de novia. El peinado va a definir mucho tu apariencia ese día y si compras unos pendientes o una tiara antes de saber si irás con el pelo suelto o recogido puede que el conjunto luego no encaje. ¡Descubre más consejos a continuación!
Elige peinado según el momento del día
La noche se presta más a la sofisticación mientras que el día es más para lo informal, lo ligero, lo elegante pero sin ser demasiado recargado. La mayoría de las novias se inclinan por peinados con trenzas, melena suelta o el desenfadado estilo boho chic para una boda de mañana o de tarde. Para la noche, triunfan los recogidos y semi-recogidos.
El vestido es determinante
En el fondo es una cuestión de equilibrio. Igual que no puedes elegir los complementos antes que el peinado porque no sabes cómo resultará el conjunto, lo primero es que elijas vestido. Su corte, estilo, forma del escote… determinan qué tipo de peinado será el adecuado. Para conseguir una armonía perfecta, si el vestido es recargado o impactante, relaja el look con un peinado sencillo pero bonito (a veces, un toque de naturalidad es excepcional). Si por el contrario has apostado por la contención en el vestido, puedes aportar intensidad con un peinado dramático y más sofisticado.
Un peinado para cada tipo de cara
Los peinados de novia no son distintos a los peinados de calle. Cada corte de pelo o peinado encaja mejor con una cara alargada o una redondeada. No pierdas eso de vista para elegir tu peinado de boda porque vas a conservar esas fotos muchos años y querrás verte bien. Los desfilados y cortes que alargan la cara son ideales para rostros ovalados; para facciones más duras elige peinados que dulcifiquen la expresión y la relajen.
La durabilidad…
O dicho de otra forma, querrás tener un peinado estupendo todo el tiempo que dure la boda y no sólo los primeros minutos. Así que asegúrate de elegir un peinado que resista los bailes y la fiesta y apto para tu tipo de pelo, que no requiera tantas horquillas que te acabe doliendo la cabeza. Las pruebas de peinado serán ideales para resolver este punto.
A tu estilo
No dejes que la boda y todo lo que la rodea secuestren tu personalidad. Es tu boda y es tu día así que tienes que sentirte a gusto tanto con el vestido como con el peinado. Si eres una chica desenfadada en tu día a día, seguramente un moño muy sofisticado no te haga sentir del todo cómoda. Apuesta por ti y estarás deslumbrante. Eso sí, tampoco tienes que contenerte y si lo que te apetece es tener un look radicalmente diferente ese día, ve por ello.