
Las mujeres, las occidentales, cada vez viajan más en solitario, sin sus compañeros varones. Cuentan con mayor independencia y recursos para hacerlo. Pero esto puede suponer afrontar ciertos riesgos tal y como lo plantea Julie Kreutzer, copropietaria de la web International Women’s Travel Center. Hay países en los que las mujeres simplemente no son bienvenidas y conviene tomar precauciones. Hay serios motivos para preocuparse.
En la India se contabiliza un asalto sexual cada veinte minutos y esto incluye a las mujeres locales tanto como a las turistas, tanto individuales como grupales.
Brasil vive bajo la amenaza de una violencia generalizada de bandas criminales y una policía corrupta. El número de violaciones se ha incrementado un 157% entre los años 2009 y 2012.
En Turquía la violencia contra la mujer es tabú, pero hace nada una joven fue asesinada tras un intento de violación y el tema saltó a las portadas de los medios de comunicación.
Algo similar ocurrió en Tailandia adonde acuden anualmente millones de turistas. Asesinaron a una pareja y a la mujer también se la violó.
Tras la revolución de 2011, Egipto, destino turístico preferido por millones de viajeros, es un lugar inestable con un incremento brutal de la violencia contra las mujeres.
Tampoco Colombia se libra. A pesar del impulso al turismo experimentado por este país en los últimos años, es un país en guerra y la violencia sexual contra las mujeres no deja de crecer, sobre todo en las zonas más pobres. La policía no actúa y los casos son cada vez más llamativos incluso en el transporte público de la capital. Los violadores no suelen comparecer ante la justicia.
Sudáfrica, por su parte, es uno de los destinos turísticos más peligrosos a pesar de su popularidad. Cuenta con una de las tasas más altas de violaciones a razón de 127 asaltos por cada 100.000 habitantes, y robos a punta de pistola.
Marruecos tampoco carece de popularidad, sin embargo las mujeres son acosadas insistentemente sobre todo si no van vestidas de acuerdo con los cánones de decoro del país.
México por su parte, busca proteger los destinos turísticos como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Los Cabos y Puerto Vallarta, pero otras zonas son verdaderamente peligrosas. La violencia y los delitos con armas son habituales así como las violaciones perpetradas en los autobuses que son desviados a parajes solitarios en los que se cometen violaciones de las mujeres y un sin fin de tropelías.