
En España es cada vez más difícil ser madre (quizás, seguramente, en otras partes del globo también). Y no solo es cuestión de finanzas, que lo es, sino en lo que se refiere al coste emocional, laboral, social y psicológico. Según los expertos una madre debería anteponer los intereses del niño a los suyos propios, anticiparse a sus necesidades y colmarlas, saber poner límites, acompañarle en su recorrido escolar, estar ahí para ayudarle con las tareas de la escuela, responder ante cualquier conflicto que se le pueda presentar al niño con sus compañeros, educarlo emocionalmente, motivarle, organizar y vigilar su vida social, escucharle, aconsejarle, cuidar su dieta, darle herramientas para sobrevivir en sociedad, jugar… Se nos exige que seamos madres, amigas, confidentes, psicólogas, educadoras, animadoras, consejeras… ¿Qué más?
Para sobrevivir a tanta presión podemos seguir algunas pautas:
1. Nada de ser una superwoman
Según Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook (lo más parecido a una superwoman), «Nadie consigue hacer todo bien.» Perdónate.
2. Falgétale pero solo un poco
Si les has dado de comer carne de caballo a tus hijos, pueden que salgan campeones de hípica.
3. Prioriza
Si no consigues tener preparada la tarta de cumpleaños a tiempo, piensa antes si estás cumpliendo con en el calendario de vacunación. Compra una tarta hecha. Las hay muy buenas.
4. No te sientas culpable
Elimina en lo posible esa palabra de tu vocabulario. Si has cometido una falta, repara el entuerto y recomponte rápidamente.
5. Participa de una terapia de grupo
Reúnete con otras madres y verás que no eres la única que está pasando un calvario.
6. Disfruta de tu maternidad
Dado que es una función para toda la vida procura pasártelo bien con tus hijos. Los buenos momentos compensan los malos.
7. Escucha lo que te dicen
Escucha lo que te dicen pero antes escucha la voz de tu conciencia. Déjate llevar por la intuición. Lo que es bueno y aplicable en unos hogares no necesariamente se ajusta al tuyo.
8. No te olvides de ti misma
Resérvate un tiempo para ocuparte de ti misma. No dejes de hacer las cosas que te gustan. Hazte la vida fácil.
9. Cómo no ser una madre perfecta
Reivindica la imperfección. Todo es enmendable. No es bueno intentar ser perfecta. No es saludable.
10. Sé feliz
Con lo que tengas, con lo que hagas, sé feliz. Se contagia.
Fuente: Yodona