
«No trabajan porque no quieren», «Son débiles», «Evitan las responsabilidades de la vida», «Es solo cuestión de voluntad superar ese problema», etc. Estos son algunos de los tópicos que se escuchan en torno a las personas que padecen una depresión.
Pero de las palabras se pasa a los hechos, a la discriminación y a la exclusión social en un entorno cada vez más agresivo y competitivo donde reina el mobbing.
Según un estudio financiado por la Unión Europea, el 79% de las personas con depresión ha sufrido algún tipo de discriminación asociada a su dolencia por lo menos una vez. De esta muestra el 35% desistió de entablar una relación por ese motivo.
A nivel laboral y profesional, el 25% no puso empeño por luchar por la plaza a causa de su sensación de estar marginados. Por otra parte los empleadores no creen que estas personas puedan desenvolverse bien en su trabajo.
El 71% de las personas, a su vez, buscaban la manera de ocultar que padecían depresión. Por esa razón tampoco buscan tratamiento, por temor a ser estigmatizadas.
Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta a unos 350 millones de personas en el mundo siendo la mayor causa de discapacidad y que afecta más a mujeres que a hombres.
Fuente
http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2013/04/08/216294.php