¿Qué pensarías si te dijeran que te has dado una ducha de combustibles fósiles derivados del petróleo? ¿Has leído con detenimiento los componentes de tus productos cosméticos? ¿Sí? ¿No?
Echa un vistazo a este listado, entonces, repasa los ingredientes de tus productos cosméticos, y saca tus propias conclusiones:
Mineral oil (parafinum liquidum)
Propylene Glycol
Vaseline
Parafina o parafin
PVP/VA copolymer
Benzoate
Alkyl parahydroxy
Benzene
Toluene
Petrolatum
Oxybenzone
Apuesto a que en la mayoría de tus cosméticos has encontrado al menos uno: el mineral oil o parafina líquida que es un líquido incoloro e inodoro y que es un subproducto del petróleo refinado para ser convertido en gasolina, y sobre todo, muy barato. Es más caro desecharlo que darle otros usos. Las cremas que contienen este producto dejan la piel tersa y sedosa al formar una capa que cubre los poros cuando en realidad lo que hace es arrastrar el agua de las capas más profundas de epidermis hacia fuera. Esto significa que en lugar de hidratar la piel, la deshidratan. Y al tapar los poros no es raro que provoquen acné.
Los efectos dañinos de estos componentes derivados del petróleo, según algunos estudios son numerosos. Desde causar cáncer hasta pérdida de vitaminas. Pero por supuesto también hay estudios que halaban sus efectos. El problema es que estos productos cosméticos no solo cubren tu piel sino que alcanzan los vasos sanguíneos y linfáticos y se dispersan por todo el cuerpo lo mismo que un parche de nicotina. Y el problema es que se acumulan en los riñones o el hígado.
Otro tanto ocurre con el Sodium Lauril Sulfate y el Sodium Laureth Sulfate que encontramos en los geles de ducha y en los champús pero también en los desengrasantes de motores y máquinas. Son muy irritantes y al actuar sobre la piel eliminan la grasa natural haciendo, eso sí, mucha espuma.
Los parabenos imitan el comportamiento de las hormonas de nuestro cuerpo interfiriendo en nuestro sistema endocrino (hipotálamo, ovarios, tiroides, etc.), y se los ha encontrado en tumores de mama y en la leche materna.
En los desodorantes encontrarás Clorhidrato de Aluminio o simplemente aluminio, y en otros productos hallarás Diethnolamina (DEA), algunos colorantes liberadores de formaldehido (compuestos que acaban en -urea), y aromas y perfumes sintéticos.
La solución pasa por tomar algunas medidas:
– emprender una reducción drástica en el número de productos cosméticos que usamos
– elaborar cosméticos de forma casera
– consumir cosmética natural
– participar en campañas contra el uso de restos fósiles para reemplazarlos por energías renovables cono las que lanzan Greenpeace o Amnistía Internacional
– voluntariarte en movimientos o entidades que defiendan el medio ambiente