
Desde la antigüedad los metales y las piedras preciosas se han relacionado con la buena suerte. Se les atribuye la potestad de alejar los infortunios y de atraer el bienestar. Por eso no es extraño que alguien tenga en su hogar o lleve consigo algún objeto o trocito de estos elementos.
La Tierra está dotada de infinidad de minerales de los que el hombre obtiene mucho provecho, pero más allá de sus aportes a la economía, a la tecnología y otros ámbitos, siempre se ha tenido la creencia de que estos elementos tienen poderes mágicos.
A continuación quiero contarte brevemente sobre algunas de las alegadas propiedades esotéricas de diez de las piedras preciosas y los metales más conocidos.
Metales
Las monedas de plata desde la antigüedad se han vinculado con la buena suerte financiera. Se dice que este metal aleja las emociones y energías negativas, nos genera confianza y seguridad emocional.
El oro también siempre se ha relacionado con la riqueza y la abundancia, pero además se le atribuye el don de generar conocimiento, de eliminar los sentimientos de inferioridad y hasta se cree que tiene propiedades curativas.
El cobre se considera un elemento revitalizador y equilibrador de las emociones. Se dice que tiene el poder de fomentar el optimismo y la armonía. También se vincula con la sexualidad.
El hierro es otro elemento al que se le atribuye el poder de contrarrestar las malas vibras y la capacidad de impulsar la tenacidad y la constancia, pues se cree que es capaz de transmitirnos su gran fortaleza.
Para no perder la fuerza de voluntad y mantener la humildad se recomienda tener un algo de níquel, un metal que se considera un buen aliado para ayudarnos a mantener la calma en los momentos difíciles.
Piedras preciosas
El zafiro es una piedra preciosa (regularmente de color azulado) que se relaciona con la belleza, el amor y la fecundidad. Se dice que nos proporciona inspiración, claridad y protección.
El ámbar simboliza la perdurabilidad, la fuerza, la vitalidad y antes era considerado un buen amuleto contra las brujas y los demonios. Su magia probablemente reside en los fósiles que esta resina es capaz de guardar en su interior.
La esmeralda además de ser una piedra sumamente hermosa, que representa el color de la naturaleza, se relaciona con la espiritualidad, la paz interior, el amor, la purificación y muchas otras emociones mágicas.
Otra piedra de gran preciosidad es el rubí. Esta por su color se vincula con las pasiones. Por tanto, se cree que nos ayuda a canalizar y calmar los sentimientos, a apartar la tristeza y los malos pensamientos. Por esto es símbolo de vitalidad y fuerza.
El topacio es una gema que también nos dota de energía e inspiración. Se dice que proporciona fluidez, fomenta la creatividad, la motivación y nos aleja la timidez y la apatía.
Para los metales y las piedras preciosas se encuentran tantos significados como sus variedades en la Tierra, pero aunque estas propiedades mágicas o esotéricas sean ciertas o no, poseer un objeto de alguno de estos elementos regularmente nos proporciona sensaciones positivas.