En Japón cada cual se viste a su manera y nadie va a criticarte por muy extravagante y loca que parezcas. Especialmente en Tokyo y Osaka se ven tendencias que mezclan lo actual con lo tradicional y hay quienes compran ropa, la cortan, la mezclan y crean a mano algo completamente nuevo. Suelen usar colores brillantes, modelos excéntricos, joyas pesadas, y mucho maquillaje.
Algunas se visten siguiendo la moda occidental, punk, raperos, casual, de etiqueta, pero hay estilos propiamente japoneses.
Las gal son una subcultura de chicas adolescentes y mujeres jóvenes que cuidan al detalle su vestido y su maquillaje así como sus complementos. Paraguas, bolsos, sombreros…
Las gangueo o rostro negro llevan el pelo de color naranja, rubio o platinado y la piel muy bronceada. Usan tinta negra para delinear sus ojos y una base blanca para maquillar boca y ojos. Llevan pestañas postizas, gemas faciales plásticas y polvos de perlas. Usan zapatos con plataforma y vestidos de colores brillantes. También usan pareos con teñido anudado, minifaldas, y muchos brazaletes, anillos y collares.
Las wamono mezclan el clásico kimono rosa o rojo combinándolo con zapatos de plataforma o zapatos de madera tradicionales y llevan el pelo de color rojo muchas veces con rastas.
Las cosplay se dedican a imitar personajes de anime y manga o personajes históricos o músicos famosos.
El estilo lolita es el que más ha trascendido y es una mezcla de la época victoriana con el rococó, el barroco o la moda edwardiana. Es propio de mujeres de entre 15 y 35 años aunque algunas más maduras también optan por este estilo en sus versiones más elegantes, casual, aristocrático o clásico.
Un subestilo de lolita es el gothic lolita que combina el blanco y el negro con accesorios tales como lazos o encajes ajustados. La falda va a la altura de la rodilla y le añaden a menudo un miriñaque o una enagua para darle volumen. Llevan camisas ajustadas estilo victoriano, sombreros de copa, sombrillas y lazos en la cabeza. El pelo suele ser rizado y a veces usan pelucas para parecer muñecas de porcelana. En ocasiones llevan bolsos con forma de murciélago, ataúdes o crucifijos y ositos de peluche en versión gótica.
Las morí girls parecen salidas de un cuento de hadas. Llevan vestidos ligeros y vaporosos, y accesorios vintage.
Finalmente las kawaii se decantan como sea por parecer niñas.
Imaginación no les falta.