
El verano pasado, Andreas Richter, un programador informático de 28 años que vive en Berlín, había decidido desprenderse de algunas cosas que ya no utilizaba, entre ellas ropa, un DVD, y un juego de vasos. Pero no quería tirarlas ni quedar con gente para darlas con lo cual cogió un par de herramientas y construyó una estructura similar a una cabina telefónica a la que denominó Givebox en su calle, Steinstrasse 37b, ene Mitte, y dejó en ella sus enseres para que los recogiera quien quisiera. La novia le sugirió que lo recubriese con papel madera.
Desde entonces el proyecto ha adquirido tintes más interactivos y se expandió por otros barrios y por otras ciudades como Viena y Hamburgo.
La idea es que la gente deje cosas y se lleve otras, si le apetece, de manera anónima y gratuita y el resultado es sumamente positivo. Hubo quien que se ha encontrado un par de vaqueros G-Star RAW, libros de poemas de amor y jarrones de flores.
Para una de las usuarias que lucía un jersey gris que había conseguido en una Givebox lo mejor del proyecto es que da pie para que puedas hablar con los vecinos.
A ver cuándo y quién se anima a montar giveboxes en España. Yo lo haría gustosamente en mi calle en Madrid, pero seguro que me lo prohíbe el Ayuntamiento o lo destruyen los vándalos…
Fuente e imagen
sindinero.org