
En mayo de 2012, una montadora de vídeos que colaboraba con la web Escéptica sobre feminismo, Acacia Infante, estaba buscando material sobre agresiones sexuales en internet para redactar un post para dicha web cuando se encontró con que no había casi nada sobre el tema, al menos no en español, como no fueran webs sobre pornografía, «opiniones machistas y consejos irresponsables.» Llevada por un impulso tecleó en Google la siguiente frase «Me han violado». Lo primero que encontró fueron una serie de comentarios en Yahoo Answers que recomendaban a la víctima que tuviera fe en Dios o que se buscase una profesión para tener «la mente ocupada.» A partir de ahí decidió titular su post «Me han violado.» y recibió muchos comentarios como por ejemplo el de Elisa Fernández en el que le decía que si no había ninguna web sobre el tema, era hora de crearla. Y así fue como nació la web mehanviolado.org de la que Elisa es presidenta y community manager. Rápidamente la web apareció en los primeros lugares de los buscadores si buscabas material sobre el tema.
Ahora mehanvioldao.org cuenta con asesoramiento psicológico y legal y trabajan para crear un foro desde el cual las víctimas puedan relatar su experiencia y compartir información de forma anónima.
En España se produce una violación cada ocho horas y se reciben 6.500 denuncias al año (18 denuncias diarias), pero ni el Ministerio de Sanidad, ni los Servicios Sociales e Igualdad ni el Ministerio del Interior tiene información fácil de encontrar sobre esta situación. Los estudios indican que en realidad entre un 60% y un 90% de las agresiones sexuales no son denunciadas a pesar de su alto coste en términos económicos, psicológicos, sociales, físicos, sexuales y reproductivos. También se producen agresiones sexuales como arma de guerra o tortura.
La Organización Mundial de la Salud define la violencia sexual como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito.»
Es decir, ni siquiera es necesario que se produzca una penetración porque cualquier acto sexual no consentido constituye violencia sexual. Por consentido se entiende que la persona esté en su sano juicio, ni bajo los efectos de drogas o alcohol, no esté bajo amenaza, sea mayor de edad, y no haya sido engañada. Por otro lado no tiene relevancia el vínculo entre la víctima y el agresor. La violencia sexual puede darse dentro del matrimonio, porque de lo que se trata es de que la persona tenga libertad para desear o no desear mantener relaciones. Violencia sexual es además de la violación, cualquier forma de abuso sexual o acoso así como los intentos de cometer el delito.
La mejor manera de defenderse es denunciando al agresor que es el único culpable de la situación. La víctima no debe avergonzarse ni sentirse culpable. La violencia sexual no tiene justificación ni por el estilo de vida, ni por el estado civil, ni por la relación que se mantuviera previamente con el agresor, la indumentaria de la víctima, ni actitud ni motivo alguno. Un agresor sexual es un delincuente normalmente reincidente y las víctimas pueden ser mujeres atractivas, ancianas, niños y niñas, hombres, y personas desvalidas en general: discapacitados, sin techo, trabajadores y trabajadoras del sexo, inmigrantes, etc.
La denuncia puede ponerse aunque los hechos no hayan sido recientes. Se puede acudir a la policía nacional, autonómica, municipal o a la Guardia Civil, al juez de instrucción, o al Ministerio Fiscal. El Servicio de Atención a la Mujer está presente en todas estas instancias y cuenta con personal cualificado para atender estos casos.
Es crucial, al poner la denuncia, que describas la situación con todo detalle aun cuando para ti sea traumático. La denuncia es oral y el encargado de recibirla transcribe tus palabras. Antes de firmar el documento léelo y rectifica lo que corresponda.
Imagen: maltratoenfermeria.blogspot.com.es