
Un estudio publicado en el Scotthish Medical Journal alerta acerca de los problemas de infertilidad en los hombres a causa de usar pantalones y calzoncillos ajustados. El conteo de espermatozoides aumenta cuando el escroto está más fresco, aseguran los investigadores.
“Basados en la literatura de la temperatura escrotal, en cuando a la espermatogénesis (desarrollo del esperma) y fertilidad, los hombres que usan regularmente falda en los años en que quieren procrear tendrían mejores tasas de espermatozoides de calidad y mayor fertilidad”, escribieron los autores del estudio.
Otros estudios van en la misma dirección: someterse a una sauna y los laptops pueden afectar negativamente al conteo de espermatozoides y a su motilidad.
Por otra parte, llevar falda tendría un efecto beneficioso a nivel psicológico como un mayor sentimiento de masculinidad y más atención por parte de las mujeres. De hecho existe un movimiento Hombres en falda que reivindica el derecho de los hombres a llevar dicha vestimenta o cualquier otra no bifurcada.
La costumbre de llevar falda es común en Escocia y en otros sitios, pero en América y resto de Europa se lo asocia a algo femenino. En realidad es a partir de la época victoriana que los hombres van acomodándose a un tipo de vestimenta cada vez más sobria. Ni siquiera en los años 60 los hombres dejaron de usar pantalones mientras que las mujeres sí adoptaban prendas masculinas.
En la década de los 80 algunos modistos famosos intentaron introducir el uso de la falda entre los hombres pero no lo lograron: Jean Paul Gaultier, Giorgio Armani, John Galliano, Kenzō Takada, Rei Kawakubo y Yohji Yamamoto.
Las faldas para hombres existen en Escocia, el típico kilt, la fustanella en Grecia, el sarong en Malasia e Indonesia, los chotis en la India, los djellabas y los caftanes en el norte de África, los kimonos en el Japón y las sotanas de los sacerdotes cristianos.