De todos es sabido que los agricultores se guiaron desde siempre por el influjo de la Luna a la hora de sembrar y cosechar sus cultivos. Para aquellos amantes de lo ecológico y desean comprar un huerto urbano en Aires de Jardín en el que cosechar verduras y hortalizas de la forma más natural posible, seguir la tendencia de utilizar las enseñanzas de nuestros antepasados es una buena forma de iniciarse en el cultivo.
Por ello, hoy os dejamos una pequeña guía que recoge los aspectos más importantes en los que desde siempre se ha considerado que influyen las fases lunares a la hora de cultivar.
La influencia de la luna en los huertos urbanos
Luna menguante
Durante la fase de Luna menguante o decreciente las plantas se fortalecen y se nutren, puesto que la savia se concentra en las raíces de las plantas. Por tanto, éste es el momento más adecuado para sembrar cultivos cuya parte comestible está bajo la tierra; nos referimos a raíces y bulbos como las zanahorias, los ajos, nabos o cebollas, aptos para plantar en cualquier mesa de cultivo.
También es el mejor momento para podar, trasplantar y eliminar las malas hierbas.
Luna creciente
Esta fase de la Luna se caracteriza porque la savia se concentra en las partes altas de las plantas. Por ello, si queremos sembrar verduras u hortalizas cuya parte comestible se encuentra por encima del suelo debemos elegir estos días para hacerlo (lechugas, acelgas, espinacas…).
Además es el momento idóneo para realizar injertos y para recolectar las hortalizas de hoja, como las coles.
Luna llena
Durante los días en que permanece la luna llena la savia se concentra en las partes más altas de las plantas. Por tanto, se aconseja en estos días realizar labores como la cosecha de los frutos y las plantas de hoja.
Luna nueva
En los días de Luna nueva la savia se mueve hacia abajo y se concentra en las raíces de las plantas. Es el mejor momento para podar las plantas, abonar, quitar las malas hierbas y cosechar las plantas de raíz comestible como zanahorias o nabos.
No está comprobado de manera científica si el influjo de la Luna es real, pero la experiencia de siglos de los agricultores nos lleva a establecer ciertas relaciones entre las fases lunares y la germinación, crecimiento y floración de las plantas.
Los estudiosos coinciden en esto, aunque también están de acuerdo en que algunas de las influencias atribuidas a la Luna son mitos. Lo que sí parece probado es que la luz del sol reflejada en la luna activa procesos en las plantas.
Lo que resulta seguro es que la luna ejerce una fuerza de atracción sobre el agua. Es lógico pensar que los seres vivos, compuestos de agua en un porcentaje muy elevado, también se vean influenciados por esta atracción.