
Las aplicaciones técnicas de la impresión en tres dimensiones (3D) son infinitas, podríamos decir que es una de las grandes tendencias que están golpeando con fuerza en el mercado tecnológico desde 2003, año que comenzamos a conocer de las primeras impresoras en 3D. Uno de los últimos sectores en sumarse es el de la moda.
Puede que suene a ciencia ficción pero la realidad es que los primeros vestidos y complementos impresos en 3D ya se han subido a la pasarela, desde 2015 Nueva York acoge la 3D Print Fashion Show.
Una de las claves del cambio es la posibilidad que tiene el diseñador de ver su idea y crear tejidos de una enorme durabilidad, flexibilidad y con tramos de cuatro dimensiones -arriba y abajo, izquierda y derecha, adelante y atrás- generando un movimiento completamente innovador y con un patrón imposible de realizar con la tela.
Otro factor a tener en cuenta es el tiempo de confección. Aunque depende muchísimo del diseño, ahora es posible tener una prenda en 2-3 horas. Esto marcará enormemente los procesos de producción, distribución, logística, etc.
¿Qué técnicas se usan?
Existen varias tecnologías que se aplican a la impresión en tres dimensiones.
La principal se conoce como Fusion Deposition Modeling (FDM). Patentada a finales de los años 80, forma parte de lo que se conoce como procesos de fabricación por adición. Éstos permiten fabricar un objeto desde cero y la impresora va añadiendo material hasta conformar la pieza final. Permiten fabricar rápidamente piezas de formas complejas dejando capas que son prácticamente imperceptibles.
Cada vez se están extendiendo tecnologías con la utilización del láser como, la Selective Laser Sintering (SLS) o la Estereolitografía (SLA). Ambas son es capaces de fabricar piezas con gran detalle que van surgiendo capa a capa. En la SLS, la figura nace como resultado del impacto del haz láser sobre un material fotocurable en polvo, la luz funde el material y lo solidifica generando la pieza. Con la SLA, la pieza surgirá tras sumergir varias veces una resina líquida que es impactada con el haz de láser ultravioleta, la resina se solidifica y va componiendo figura.
Estas son las técnicas más usadas, pero la tecnología sigue avanzando en generar nuevos métodos para aplicarlos en distintos materiales.
Creación de nuevo negocios
Existen varios negocios que pueden surgir alrededor de la impresión en tres dimensiones. Como toda nueva tecnología, hay muchos aspectos que pulir.
Por ejemplo, para la aplicación en el mundo de la moda, Recreus ha creado el primer filamento flexible. Se trata de un material elastómero termoplástico (TPE) que como resultado de la combinación de polímeros y aditivos, permite generar un `hilo´ que resiste un 700% de alargamiento.
Ahora la investigación se dirige hacia la mezcla de otros materiales como bioresinas, o materiales usados para otros fines, con algodón para lograr prendas lavables, que pueden proteger del calor o del frío. Todo dependerá del material utilizado y la calidad que se le dé.
También se están desarrollando nuevos sistemas para controlar y facilitar los procesos de impresión. Lo último es la aplicación Astroprint, creada por un ingeniero español, y que aspira a ser el nuevo sistema operativo que simplificará el propio proceso de producción. Ya no será necesario ser ingeniero y saber utilizar programas de código abierto para hacer complicados ajustes para controlar nuestra máquina.
Conexión web. Otro aspecto en el que se está avanzando es en la conexión con internet. Para que a la hora imprimir en 3D sea tan simple como descargar un archivo de internet y enviarlo a la impresora. Astroprint también permite organizar, gestionar y monitorizar tus impresiones desde tus dispositivos móviles para no tener que estar horas pendientes del proceso.
¿Se acabaron las largas colas en los probadores de las tiendas? Parece que en el futuro tener el último diseño que se adapta perfectamente a tu cuerpo está en casa y a golpe de clic.