Todas las estaciones y temporadas tienen una prenda fetiche, desde hace décadas, una prenda que nos hace pensar automáticamente en ese periodo del año, en sus características. En el caso del invierno, por ejemplo, está claro que esa prenda es el abrigo, una de las más útiles y elegantes que se pueden llevar encima. Tanto para hombres como para mujeres, un buen abrigo es algo más que una prenda que nos protege del frío. Es una marca propia de distinción.
El abrigo puede ser una marca de elegancia, la prenda definitiva para lucir hermosas en cualquier situación, además de protegernos del frío, por supuesto, lo cual es su función principal. Es una prenda perfecta para analizar cómo la moda ha conseguido adaptar ese tipo de prendas útiles que simplemente se utilizaban por su comodidad o función hasta convertirlas en símbolos gracias a los diseños y a la perfecta conjunción de funcionalidad y elegancia.
Las firmas conocen la importancia de esta prenda y siempre la consideran su estrella en las colecciones otoño-invierno. No hay más que ver los abrigos de Mango, o de cualquier otra firma importante, para darse cuenta de la decidida apuesta por esta prenda que no es la que más barata suele costar, pero sí una de las más importantes en nuestro armario durante los meses más fríos. Además, si el abrigo es de calidad y sabemos cuidarlo, nos durará muchísimos años.
Lucir una de estas elegantes prendas durante cualquier evento o fiesta importante en invierno (que las hay, y muchas) es casi obligado, no solo por las bajas temperaturas, sino también por el toque de distinción y elegancia que proporciona a nuestro look. Con un abrigo bonito siempre se acierta, y podremos dejar impresionados a todos los que nos vean lucirlo.
Fuente de la información: abrigos.mobi
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