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Desesperada

Las colmenas, fuentes de salud

12 enero, 2016

Ahora que tanto se habla sobre el peligro de que las abejas desaparezcan no está de más hacer un repaso de todo lo que estos animales ofrecen al hombre. Dejando aparte la fundamental labor que realizan de polinización, de las colmenas podemos extraer toda una serie de productos que contribuyen de manera notable a nuestra salud:

La miel. El más conocido y utilizado de todos los productos procedentes de las abejas. La miel es producida principalmente a partir del néctar de las flores, que es procesado por la enzima invertasa, presente en la saliva de las abejas.

Es lo que se conoce como miel de flores, aunque existen otros tipos procedentes de otras partes de las plantas o incluso de insectos chupadores.

Tiene propiedades cicatrizantes para las heridas, antibacterianas, energéticas y es muy eficaz para combatir los resfriados y las infecciones de garganta.

La jalea real. La jalea real es el alimento de la abeja reina y de las lavas en crecimiento. Lo producen unas glándulas situadas en las cabezas de las obreras más jóvenes.

Dada la gran cantidad de proteínas y de vitaminas que posee, la jalea real se considera uno de los mejores energizantes. Abre el apetito, ayuda al sistema inmune y ayuda a superar periodos de fatiga.

La propolis. La propolis se obtiene a partir de la sabia de las yemas de los árboles. Las abejas la utilizan para sellar la colmena y protegerla así no solo de invasiones, sino también de infecciones y de hongos.

Está considerado en la medicina natural como un antibiótico natural que ayuda a las defensas. Es habitual encontrarlo en preparados que contienen una mezcla de jalea real, vitaminas y propolis para niños o para adultos.

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La cera. La cera se obtiene tras alimentar a las obreras con miel, las cuales la procesan a través de unas glándulas que tienen situadas en el abdomen. La utilizan para la elaboración de los panales.

Desde siempre, la cera de las abejas se ha utilizado para la realización de las velas, pero también forma parte de cremas suavizantes para la piel o para el tratamiento de los labios agrietados. En este caso, no se ingiere.

Los productos procedentes de las abejas pueden tener la denominación de ecológicos o BIO siempre que procedan de panales creados con materiales ecológicos, los animales no hayan sido tratados con productos químicos y tampoco lo hayan sido los campos de los alrededores en los que se alimentan.

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