Antiguamente cualquier vivienda en lugares aislados, sin urbanizar y por tanto sin alcantarillado contaban con la fabricación de fosas sépticas, mediante lo que se conoce con normalidad por construcción de pozos ciegos.
Esta fabricación de fosas sépticas se realizaba de manera arbitraria al igual que las viviendas, sin miramiento alguno del medio ambiente convirtiéndose por tanto dichas fosas sépticas en un arma de doble filo, por un lado la tierra se nutre de propiedades de abono y compost natural, mientras que por otro lado, los residuos de dichas fosas sépticas contaminan los acuíferos.
Por esta razón hoy en día existe una legislación vigente que regule la fabricación, montaje y limpieza de fosas sépticas, donde se regulan las normas por las que se deben respetar el medio ambiente en su totalidad y los espacios terrestres a la hora de la fabricación y montaje de fosas sépticas. La ley a la que nos referimos es la Ley de Aguas, Real Decreto 606/2003.
En este sentido destacamos además de la fabricación de fosas sépticas; el tratamiento de vertidos tras la limpieza de fosas sépticas; mediante la limpieza de fosas sépticas de manera homologada se asegura una retirada eficaz y un tratamiento biológico de las aguas consiguiendo de esta forma optimizar la calidad de las aguas.
Respetando el medio ambiente y en cuanto a la necesidad cada vez mayor de reciclar todo lo reciclable, los residuos pueden ser aprovechados para realizar abonos naturales con lo que aprovechamos dichos residuos procedentes de la limpieza de fosas sépticas para ayudar al crecimiento y generación de productos totalmente ecológicos, además de mantener las aguas del subsuelo completamente limpias.
Debemos mencionar que este compost natural no solo permite un ahorro y un reciclaje de dichos materiales residuos en la limpieza de fosas sépticas, se trata además de contribuir a la realización de productos ecológicos mediante nutrientes difícilmente encontrados en abonos industriales.