
Cada vez más son los hombres que se rebelan contra su papel de actores secundarios en la crianza de sus hijos. Cada vez son más los que quieren dejar de ser meros ayudantes de unas madres a las que se les atribuye el don innato de criar. Quieren compartir, no ayudar. Quieren tomar decisiones, emociones y tareas domésticas y estar presentes y que se les tome en cuenta. No ser comparsas. Explorar nuevas formas de ejercer la paternidad, diferentes de las que ejercían sus propios padres. Ya no se conforman con un papel de figuras autoritarias, buscan también el poder dar afecto y participar plenamente en la crianza de sus hijos en una sociedad en la que aun no acaba de cuajar esta nueva forma de entender la paternidad.
Según Ramón Soler, coautor de Una nueva paternidad (Pedagogía Blanca), el hombre del siglo XXI no acaba de encontrar su rol ni su espacio en una situación en la que las mujeres se han ido incorporando al trabajo y ganando libertades. Van a remolque. En lo que a la crianza se refiere, son las mujeres las que mayoritariamente piden la baja por maternidad aun cuando ésta puede ser compartida. También son ellas las que reducen la jornada o se ausentan del trabajo si un hijo está enfermo. Es una excepción ver a padres en reuniones escolares o en los parques.
Aun así cada vez hay más grupos de crianza para hombres que se organizan para darle voz a los interesados. Y los interesados son ya una minoría creciente. Los hay en Madrid, Barcelona, Pamplona y Alicante. Hay mucha necesidad de cuestionar y de hablar.
Pero muchas veces las mujeres son las que no quieren perder la exclusividad ni en la crianza ni el trabajo doméstico y el hombre se siente siempre juzgado. Y no le queda otra alternativa que refugiarse en el trabajo o en otras actividades fuera del hogar. Por otro lado ésta es también la excusa que esgrimen muchos padres para no ceder y permanecer al margen.
El hecho es que ya hay incluso en la blogosfera muchos portales dedicados a la crianza, diseñadas por y para los hombres, lo que se llama la papaesfera y donde los ciberpadres comparten sus vivencias. Padres que están rompiendo con el antiguo modo de educación, cada vez más implicados, y que participan activamente en la charlas mientras le cambian el pañal a sus bebés.
Una de las últimas iniciativas es #papiconcilia, que pelea por conciliar los horarios de padres que trabajan y que quieren llegar a casa antes de que sus hijos estén en la cama.