
“El sostén maternal en la primera infancia predice volúmenes mayores del hipocampo en edad escolar”, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Washington, vuelve a poner sobre el tapete cómo las estructuras cerebrales no se definen solo por la biología sino sobre todo por los vínculos que se establecen a lo largo de la vida, y en la primera infancia, particularmente.
El estudio consistió en dos partes. En la primera se evaluó el grado de sostén emocional que las madres daban a sus niños de entre 3 y 5 años en una situación cotidiana y la segunda en medir mediante resonancia magnética el tamaño del hipocampo en esos mismos niños en edad escolar. El hipocampo es la estructura vinculada a la memoria y a las emociones. El resultado fue que en los niños que habían recibido mayor sostén por parte de sus madres habían desarrollado un hipocampo de mayor tamaño.
El estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, explica en qué consistía la primera parte de la investigación en un contexto de laboratorio. A cada niño se le entregaba un obsequio envuelto en papel de regalo y se le pedía que lo abriera pasados los ocho minutos. En el ínterin la madre tenía que completar unos formularios y lo que se testeaba era la capacidad de la madre de contener la ansiedad del niño mientras hacía su tarea. Lo que se medía en ese lapso de tiempo era la correlación entre un menor sostén y el grado de depresión del niño.
En la segunda fase del estudio se comprobó que los niños que cuyas madres habían logrado darles mayor apoyo a sus hijos tenían un hipocampo 10% mayor en volumen y peso que los niños cuyas madres no conseguían aplacar su ansiedad.
Lo interesante del caso es que el hipocampo es la única estructura en la que durante toda la vida se desarrollan neuronas nuevas.
Estos resultados ponen de relieve «que no existe una determinación unívoca para el cerebro». Las condiciones culturales y psicosociales de la crianza influyen en el desarrollo del cerebro de igual manera aunque según Mariela Terzaghi, jefa de Neurología del hospital Noel H. Sbarra de La Plata, el hecho de que el hipocampo tenga mayor tamaño no significa que funcione mejor. Pero de acuerdo con Sergio Rodríguez –coautor de Cruces entre psicoanálisis y neurobiología, los resultados obtenidos en la Universidad de Washington responden a la lógica de las investigaciones que sugieren que cuando la depresión recula, hay una mayor actividad del hipocampo y del núcleo cingulado del encéfalo.
Esto viene a decir, como afirma Beatriz Janin –directora de la Especialización en Psicoanálisis con Niños y Adolescentes de UCES/ APBA, que el hecho de que el vínculo afectivo influya en la constitución cerebral apunta a que dichos vínculos pueden tanto prevenir como sanar las disfunciones conductuales de los niños y también de los mayores.
Fuente
http://www.eduquemosenlared.com/es/index.php/articulos-padres/512-apoyo-emocional
Imagen
http://cuidadoinfantil.net/apego-afectivo-de-la-madre-y-el-hijo.html