Admitámoslo. Todos queremos lucir cuerpo en verano. El problema es que es mucho más fácil prepararlo antes de que llegue que no cuando ya estamos en él. Que si viaje a no sé dónde, que si cena con no sé quién, que si ahora un fin de semana en casa del otro… Cualquiera que sea la dieta que sigas se va al garete y ya casi deseas que terminen las vacaciones para que no afloren los michelines de siempre.
Y es que comer bien en verano puede llegar a ser una odisea en según qué momentos. Por ejemplo, si te desplazas a los típicos hoteles con pulserita en la playa, donde cumplir el régimen marcado por el dietista se convierte en una tarea herculiana. Sin embargo, hay mucho que puedes hacer para mantenerte lo mejor posible.
Qué deberías controlar en verano
Agua
Por mucho que se insiste en esta cuestión parece que algunos no quieren entender que, más aún en verano, el agua es el factor clave de una vida sana. Si encima tenemos en cuenta que esta es una época donde es más fácil que corran las cervezas, el vino o los combinados, con los cuales te vas a deshidratar más rápidamente, el agua se destaca aún más como tu alimento clave durante las vacaciones. Recuerda: al menos dos litros al día.
Ensaladas
Aquí no tienes excusas. Vayas donde vayas, en ningún lugar del mundo te faltará una buena ensalada. Es el plato más versátil del planeta y muchos como tú la desearán también a diario. De hecho, si hay un plato que nunca te faltará en un buffet es un surtido de ensaladas, algo que no se puede decir de según qué verduras que siempre son necesarias. Así que no lo olvides: cada día al menos una ración. Una opción fantástica es también la ensalada de pasta o arroz, siempre apetecible en estos meses del año y nutritivamente óptimas.
Fruta
No todas las frutas son igual de beneficiosas para el cuerpo, pero sea cual sea tu dieta vas a necesitar al menos dos piezas diarias. En verano hay muchas frutas de temporada como melocotón, sandía o melón que se pueden adquirir a precios asequibles y que te ayudarán seguro a mantener la línea. Además, te refrescarán más que un baño en la playa.
Deporte
Estarse tumbado todo el día en la playa es muy gratificante, sin duda, pero no le hace ningún favor a tu cuerpo si no lo combinas con un poco de ejercicio. Y por ejercicio no debes entender una hora de running al día. Un simple paseo a buen ritmo de 30 minutos por la orilla del mar puede ser suficiente para activar tu circulación y fortalecer tu musculatura. Y obviamente, evita hacer deporte de forma intensa bajo un sol abrasador: o bien pronto por la mañana o al atardecer con el sol poniéndose.
Nada ni nadie te prohíbe cumplir con estos cuatro preceptos durante los meses de verano. Un cuerpo totalmente sano implica un esfuerzo mayor en muchas de estas áreas y en otras no mencionadas, pero aquí contamos con que tus fuentes de proteínas están más que cubiertas.
En este artículo sólo te instamos a que te des un poco de manga ancha y no andes contando calorías durante las vacaciones. Controlando mínimamente estas directrices lo podrás hacer, manteniendo tu salud en buen estado y tu cuerpo en una forma óptima.