Encuentra online los hoteles más bellos y acogedores y visita Pamplona, una de las capitales más bellas del norte de Pamplona. Puedes empezar visitando los jardines de la Taconera: son la zona más encantadora y verde de la antigua ciudad de Pamplona, con una superficie de unos 90.000 metros cuadrados están protegidos por una construcción de piedra alrededor de ellos. El estilo con el que fueron concebidos y construidos estos jardines se inspira en el estilo romántico con el que se construyeron los parques verdes presentes en Versalles.
En 1719, consultándo los mapas de la ciudad, ya se puede advertir la presencia de esta gran zona verde. El parque desde su creación cuenta con más de una entrada, pero la más conocida es el Portal de San Nicolás, un arco de estilo barroco.
Los visitantes de estos jardines tienen la opción de elegir una o más rutas distintas, lo cual es posible gracias a la presencia de tantas diferentes esculturas y una gran variedad de plantas, árboles y flores. Una de las más impresionantes áreas para cada visitante es el área de los animales, que viven en semi-libertad en un foso, que se puede ver desde el mirador con vistas al jardín, situado en la calle de Navas de Tolosa. Entre las especies de animales presentes hay patos, pavos reales, conejos, ciervos, cisnes, cabras o faisanes. Por otra parte, que se encuentra en la zona norte del jardín, se puede admirar la fauna del parque, atravesado por una serie de arcos de medio punto. La vegetación que se encuentra en los jardines tiene diversos orígenes, hay árboles muy antiguos y longevos y algunas plantas de origen exótico.
Haz tu reserva en uno de los hoteles en Pamplona y disfruta de sus parques y jardines. Paseando por los jardines de la Taconera se puede disfrutar de las maravillas naturales y al mismo tiempo admirar varias obras arquitectónicas, como el monumento dedicado al tenor Julián Gayarre, las esculturas de Mariblanca, obra del siglo XVII que representa la abundancia, y la del músico Hilarión Eslava.
Además, el complejo ofrece un espacio para dar cabida a los niños, con fuentes de agua potable y también algunos servicios de refrescos y bares como el Café Vienés. Un lugar de encuentro para los estudiantes y los artistas y escritores de la ciudad, donde se pueden degustar diferentes tipos de café, té y pasteles.