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Desesperada

¿Para qué sirven los reflejos?

23 julio, 2013
¿Qué son los actos reflejos?

O mejor dicho, qué sería de nosotros sin nuestros reflejos. Porque gracias a los reflejos es que podemos reaccionar a veces sin pensar siquiera ante un peligro. Por ejemplo, cuando algo está caliente, enseguida quitamos la mano o nos separamos de la fuente de calor sin pensárnoslo, automáticamente.

De hecho nacemos con la mayoría de los reflejos y en algunos casos los aprendemos. Frenar el acelerador del coche cuando vemos el semáforo en rojo o a alguien que se nos cruza, es un reflejo aprendido.

Hay muchos tipos de reflejos y las personas sanas los tenemos, y en su mayoría son protectores; son medios de defensa o de supervivencia, como el reflejo de succión, el parpadeo, el toser, el estornudo… y también el reflejo de patear hacia adelante cuando el médico nos golpea la rodilla con un martillo de goma. Este último es el reflejo rotuliano y pertenece al grupo de los reflejos tendinosos profundos (RTP): el golpecito estira el tendón y el músculo al que está conectado. La médula espinal recibe el mensaje de que el músculo se ha estirado y envía a su vez un mensaje a dicho músculo indicándole que se contraiga. Esto hace que la pierna se dispare y patee para adelante. Es un reflejo que nos permite mantener el equilibrio: cuando estamos de pie la fuerza de gravedad puede hacer que tu rodilla se doble ligeramente lo que de no existir el reflejo rotuliano haría que cayeras al suelo. Comprobar que este reflejo funciona adecuadamente es un índice de que el sistema nervioso funciona bien.

Otros reflejos son el parpadeo cuando algo va a entrarte en el ojo, el estornudo y el toser para despejar las vías respiratorias de elementos irritantes, así como levantar el brazo cuando te tiran una pelota o cualquier otro objeto. El bostezo también es un reflejo ¡e incluso contagioso!

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Es decir, los reflejos son respuestas automáticas e involuntarias del cuerpo, y en algunos casos, defensivas, ante distintos estímulos, y que por lo general son movimientos aunque pueden ser secreciones de una glándula. La secreción láctea de la glándula mamaria ante la succión del bebé sería un ejemplo de esto último.

La mayoría de los reflejos con los que nacemos son habilidades de nuestros ancestros y se pierden en los primeros meses.

Fuentes
kidshealth.org
wikipedia
www.serpadres.es

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