
Ducharse o bañarse es algo que podemos hacer todos los días pero, ¿hacerlo bien? A menudo, por el hecho de emplear los cinco minutos reglamentarios que dicen que debe durar una ducha para que se ahorre, nos lavamos mal y eso provoca que tengas después problemas.
En general, para que una ducha sea efectiva, han de transcurrir al menos 10 minutos. Más allá de eso, la piel puede perder su protección y, todo lo que ganas al ser higiénico, lo pierdes al pasar más tiempo en el agua.
A la hora de bañarnos, se dice que el baño de la mañana es el mejor, pero eso no quita que, por la noche, nos demos una ducha relajante que ayude a eliminar las toxinas que se hayan ido acumulando en el cuerpo además de mejorar la circulación y quitar tensiones en los músculos, sobre todo si usas agua templada.
Bañarse bien
A la hora de pensar en bañarse, has de tener en cuenta lo siguiente:
- Prepara todo lo que vas a necesitar, tanto para la ducha como para después de ella. De esta manera tendrás a mano lo que te haga falta.
- Mójate todo el cuerpo bien, incluido el cabello. Este será el primer paso, lavarlo. Puedes dejar que haga efecto el producto mientras te dedicas a otra cosa, por ejemplo lavarte el cuerpo.
- Enjabona tu cuerpo, a poder ser habiendo cortado el grifo del agua para que el jabón que uses no se vaya en apenas unos segundos. Una vez hecho, acciona de nuevo el agua y enjuaga desde arriba, la cabeza, pasando por todo el cuerpo después el agua.
- Una vez hecho, tendrás que echarte crema suavizante. Como has de dejarla que actúe, aprovecha para darte otra vez por todo el cuerpo, enjabonando bien. Recuerda que hay que usar productos que tengan un pH neutro.
Enjuaga de nuevo y listo, ya tendrás el baño hecho de forma adecuada. Eso sí, has de darte bien en las zonas donde se produce más sudor (entre las piernas, por detrás de las rodillas, plantas de los pies, axilas, cuello, pecho, cintura, rostro (orejas), etc.).