La canela, que otorga a los alimentos un sabor dulce y picante, y originaria de Ceilán, es la corteza interna de un pequeño árbol que se extrae pelando y frotando las ramas; una vez desprendida, es a su vez separada y vuelta a pelar.
Entre los componentes de esta especia podemos encontrar aceites esenciales, calcio, fibra, hierro y manganeso, todos ellos beneficiosos para nuestra salud y nuestra belleza: ayuda a combatir el mal aliento, la caída del cabello y la sequedad de los labios y forma parte de la tradición medicinal de la India y de la China desde hace siglos para curar la gripe y la indigestión.
La canela también es antimicrobiana por lo que es útil para combatir el acné. Podemos obtener una mezcla homogénea de canela y miel (4 cucharaditas de miel y una de canela) para luego aplicarla sobre el rostro. Dejamos que se seque y que actúe durante unos 15-30 minutos y enjuagamos con agua fría. Luego podemos hidratar la piel con acetato de aluminio.
Para combatir la caída del pelo, mezclamos nuevamente cuatro cucharadas de canela con cuatro de miel en una media taza de agua tibia. Aplicamos sobre el cabello, y dejamos actuar entre 20 y 30 minutos. Luego lavamos el cabello con champú libre de sal.
Con una cucharada de canela, una de nuez moscada y una de miel podemos obtener un exfoliante y antiséptico perfectos para nuestro cutis. Limpiamos bien el rostro con los geles y tónicos que usamos habitualmente, aplicamos la pasta homogénea evitando cubrir la zona que rodea los ojos así como los labios, realizamos un masaje circular durante unos minutos y dejamos actuar durante media hora. Enjuagamos con agua tibia y secamos sin frotar.
En cuanto al mal aliento, basta con masticar unos palitos de canela durante el día.
La canela también triplica la actividad de la insulina en nuestro organismo por lo que su ingesta proporciona un procesamiento más efectivo de los azúcares. Es aconsejable incluirla en la dieta si tienes niveles altos de azúcar en sangre.