
La higiene es un aspecto consustancial a las relaciones íntimas por una cuestión no solo estética sino de salubridad.
Para evitar infecciones es recomendable una higiene íntima diaria tanto en mujeres como hombres ya que impiden la proliferación de bacterias. Al mismo tiempo puedes llevar el control acerca de cualquier enfermedad que puedas haber desarrollado, como el cáncer en el aparato reproductor y los senos en la mujer o cáncer de testículos en hombres.
Antes de mantener relaciones sexuales lava tus manos y tus dientes que es donde empieza el juego de la seducción. No uses antisépticos bucales porque al practicar el sexo oral estos funcionan como un spray vaginal que afecta a la flora natural y las bacterias protectoras del cuerpo.
Lavarte tras el acto sexual no es indispensable ya que el esperma es estéril, pero sí si existe micosis o si lo recomiendan los médicos. Sin embargo conviene ir al baño porque el paso de la orina impide el desarrollo de bacterias y puede prevenir en los hombres una cistitis o uretritis.
En cuanto a la menstruación no representa ningún peligro para mantener relaciones pero hay que lavarse después porque la sangre es un medio propicio para el desarrollo de microbios.
Es importante no usar jabones que hagan mucha espuma para evitar el desequilibrio del medio vaginal. Se recomienda el uso de jabones a base de tomillo que ayudan a mantenerlo y ayuda a la reducción de la adhesividad de bacterias en las paredes vaginales. Además es un desinflamatorio natural. También conviene que tu vagina (o tu pene) no huela a jabón. Algunos se excitan con el olor natural del sexo.
Mantén tu cabello limpio, libre de caspa y de grasa.
Haz un cambio se sábanas y de ropa de dormir semanalmente.
Las mujeres deben prestar mucha atención a su ropa interior. No debe estar vieja, manchada ni con secreciones ni olores desagradables.
Fuente
Consumer
sexualidad.salud180.com