Si buscas comodidad y a la vez glamour con un toque interesante y provocador, lo tuyo es la moda grunge.
Grunge significa desenfado, desgano, lo que contradice la norma pero en absoluto se trata de ir desaliñada o de vestir con mal gusto. Se trata simplemente de salirse de los estereotipos y de lograr un estilo propio y chic. Más que una mera tendencia es un estilo de vida. Va de la mano del vintage y de la moda retro.
Pero ¿cómo conseguirlo? Recupera todas las prendas que tengas de cuero. Pantalones, chaquetas, bolsos, bandoleras… Vuelve al jean: cuanto más rotosos y desteñidos mejor. Lo mismo que en el heavy metal, recupera los tachones que muestran tu lado salvaje. Usa estampados a cuadros en rojos o azules y procura que la prenda sea amplia. Otro estampado muy grunge son las flores en consonancia con el estilo hippie. Los zapatos que mejor van con el grunge son las famosas Dr. Martens pero también puedes llevar zapatos con tachuelas y hebillas. Si te da por llevar zapatillas escoge el modelo urban. Y en cuanto a las medias… no se te ocurra echar al cubo de la basura los pantys con corridas o agujeros. Abre boquetes a propósito con una tijeras. Y si son negras, mejor. Combínalas con minifaldas, shorts o con cualquier vestido que hagan que se luzcan.
En cuanto al cabello, puedes llevarlo al viento o recogido con mechones que tapen tu cara. Usa tintes que no cubran las raíces. Lleva horquillas y coletas. Y complementos, todos los que tengas: aretes, pulseras y brazaletes y gafas para los días de sol.
«Una puede ir vestida con aire gótico, metalero, grunge, hippie y seguir siendo chic. Se trata de romper con el típico prototipo de la mujer dándole un aire más bohemio y con personalidad».
Nada en exceso es bueno, pero nunca olvides los detalles que te den un look travieso, sexy y rebelde. El misterio de esa mezcla es lo que los vuelve locos.