
El suelo pélvico de las mujeres es el sostén muscular de los órganos de la cavidad abdominal -vejiga, útero, vagina y recto- que se debilita de forma progresiva con el paso del tiempo. No suele prestársele mucha atención hasta que no comienzan los primeros síntomas de debilitamiento en forma de incontinencia y disfunción sexual debidos a la pérdida de tono muscular, la menopausia, los embarazos, factores genéticos, cirugía ginecológica, práctica de deportes de impacto como montar a caballo o correr, obesidad, estreñimiento o tos crónica, retención de la orina de forma habitual, vestir prendas ajustadas o tocar instrumentos de viento, entre otras cosas. La menopausia, concretamente, debido a los cambios hormonales, provoca hipotonía y atrofia muscular. Y en cuanto a los factores hereditarios, dos de cada tres mujeres heredan esta dolencia de sus progenitoras.
Las consecuencias afectan a la mujer en lo físico y también a nivel psicológico de ahí que mantener el suelo pélvico tonificado sea de suma importancia. Durante el embarazo este grupo de músculos soporta un aumento de peso considerable por la presencia del bebé amén de los cambios hormonales, razón por la cual un 40% de las mujeres soporta pérdidas de orina en el trance. Con el parto, esta zona debe estirarse de tal manera que si no fuera por los mecanismos de defensa y recuperación del mismo cuerpo, el daño sería irreparable. El debilitamiento del suelo pélvico puede ser el origen de incontineneica urinaria ante un esfuerzo, caída de los órganos intraabadominales (prolapso) y disfunciones sexuales.
Arnold Kegel ideó una serie de ejercicios que pueden ayudar a tonificar el suelo pélvico y así evitar la incontinencia urinaria cuando reímos, estornudamos, tosemos o saltamos, y que acabaron con la fórmula de pasar por el quirófano que no siempre era garantía de solución del problema. Todos estos ejercicios se basan en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico (músculo pubococcígeo o PC) que tiene una conexión nerviosa entre el útero y la vejiga de la mujer. Fortalecer estos músculos ayuda a evitar la incontinencia generada por el embarazo, promueve que haya menos desgarros durante el parto, incrementa la circulación sanguínea en la zona rectal reduciendo el impacto de una episiotomía o la aparición de hemorroides, evita el prolapso e incrementa el placer sexual.
También existe la gimnasia hipopresiva, creada por el Dr. Marcel Caufriez, que engloban diversas técnicas y movimientos y cuya finalidad es disminuir la presión en la cavidad torácica, abdominal y pélvica. Muchos centros deportivos la ofrecen como sistema de entrenamiento. Su ejercicio mejora la fuerza contráctil, el aumento de tono y la capacidad de amortiguación tras seis meses de realizarlos durante 20 minutos diarios.