
La ansiedad es un problema que afecta aproximadamente a entre un 3% y 5% de la población. Se trata de un mecanismo instintivo de defensa que hace que la persona se ponga en estado de alerta ante situaciones difíciles o de peligro. Cuando se trata de un estado moderado, la ansiedad puede incluso ayudarnos a estar atentos y a afrontar los desafíos que nos vamos encontrando.
Sin embargo, muchas personas pueden sufrirla como algo negativo, incapaces de generar una respuesta y provocando reacciones incorrectas. En estos casos, la persona puede llegar a sentirse completamente paralizada. Es lo que se conoce como trastornos de ansiedad que pueden durar un largo periodo de tiempo. Cuando la persona es incapaz de afrontar estas situaciones la ansiedad puede llegar a desembocar en fobias, miedos en algunos casos incomprensibles que normalmente tienen que ver con alguna mala experiencia del pasado.
Afortunadamente, tanto los trastornos de ansiedad como las fobias tienen tratamiento. En la actualidad existen diferentes técnicas cognitivo-conductuales que pueden ayudar a corregir la realidad que percibe y procesa el sujeto de forma negativa. Pero además existen fármacos que pueden ser requeridos en aquellos casos en los que el paciente presente síntomas físicos, ya que de esta forma es posible proporcionarle un mejor descanso o reducir su ansiedad y nerviosismo diarios.
Tratamientos para combatir fobias
También existen tratamientos para diferentes fobias. Por lo general basados en la psicoterapia que además de mostrar al paciente cuáles son las causas del trastorno, le proporcionan técnicas para controlar la ansiedad ante el estímulo desencadenante. El más habitual suele ser la terapia de exposición en la que el paciente se enfrenta a la temida situación de forma gradual y progresiva de manera que la persona se vaya acostumbrando, parando cuanto al persona no puede controlar su ansiedad y recomenzando cuando se ha tranquilizado. Es por ello que periodo de tiempo de la terapia dependerá de la evolución del paciente.