
Se acerca el Día de la Madre y tenemos muchas ideas en mente. Desde el regalo que los niños prepararán en el cole hasta un capricho que se escapa de nuestro presupuesto. Todo es posible tratándose de mamá, pero también podemos preparar sorpresas que no nos cuesten mucho dinero. Un regalo inmaterial.
Un vale por unas cuantas horas de sueño o un bono para que se las vaya tomando a lo largo del año. Mamá siempre está cansada y le alegrará poder dormir una buena siesta en domingo o remolonear cuando le dé la gana. No tener que madrugar un día puede ser un magnífico regalo.
Darle un masaje puede ser una buenísima idea. Es cierto que podéis recurrir a un profesional ajustado a vuestro bolsillo, pero un masaje descontracturante dado por los niños será el mejor masaje aunque no cumpla con su cometido. Podéis hacerle un masaje sencillo. No tiene por qué ser reiki, ni drenaje linfático ni reorganización de chacras. Lo mejor en estos casos es dejarse llevar por la intuición.
Crear las condiciones para un momento de relax será toda una aventura para los más pequeños. Desde ir a comprar las velas y el incienso hasta las sales de baño. Podéis decorar la estancia para la sesión de chilout de mil maneras, preparar una bañera con las sales o con un gel o simplemente un barreño con agua caliente para descansar los pies. Dado que se trata de un momento relajante conviene que por un par de horas los niños estén entretenidos en alguna otra parte de la casa, o mejor fuera de ella.
Escribir un carta es todo un detalle en la era de internet y del whatsapp. Para acompañar los dibujos podéis redactar una carta que sea algo más que una dedicatoria, y tendréis alguna lagrimilla asegurada.
Otra opción es montar una obra de teatro o representar un cuento y filmarlo todo. Incluso podéis hacheros los disfraces.
Y finalmente, como no podía faltar, prepararle entre todos un superdesayuno y llevárselo a la cama. En esto todos podéis participar cada uno según su edad y competencias.