No cabe duda que subirse a unos zapatos de tacón, ya sean stiletto, aguja o altos y finitos, afina la figura y hace que nos veamos más estilizadas y elegantes. Y tomar la decisión de usarlos puede responder a muchas causas, entre ellas el trabajo. Pero de ahí a someternos a tortura por ello hay un trecho.
Aun no se ha impuesto en España, pero ya llegará. En un mundo globalizado no hay fronteras ni siquiera para la autotortura.
Que para estar bellas debemos sufrir parece un hecho consumado en los EEUU. y esta vez se lo han tomado al pie de la letra. La última moda es cortarse el dedo pequeño del pie para poder usar más cómodamente zapatos de tacón. (¡Dios mío, esto me hace acordar al cuento de Cenicienta!).
Hasta ahora las mujeres se inyectaban colágeno en la planta del pie, pero no les ha parecido suficiente y han decidido amputarse el dedo pequeño del pie. La tendencia va en aumento y los médicos comienzan a preocuparse porque la práctica puede llegar a ser peligrosa. La ausencia del dedo meñique puede hacer que la presión del peso del cuerpo recaiga en otras partes del pie generando un desequilibrio. De hecho subirnos a unos zapatos de tacón ya implica de por sí un desequilibrio porque a medida que el tacón sube de altura, el peso se desplaza más hacia los dedos de los pies.
Hasta el momento muchos cirujanos se abstienen de operar a menos que exista un problema real. «De hecho, el doctor Brenner, miembro de la Asociación Americana de Podología Médica afirmó en CBSNews que él solo realizaba intervenciones a personas que tienen problemas. Si no es así, no cirugía.»
Una solución más sencilla es usar tacones con el apoyo de unas plantillas de silicona o ponerse tacones algo más bajos. Pero esto no parece una opción para las más aguerridas.
Fuente
moda.excite.es