
Mi pareja y yo teníamos claro que queríamos vivir un viaje de novios diferente, es decir, no queríamos contratar un tour tradicional con la etiqueta de “todo incluido” en la que compartiésemos viaje con otros cincuenta viajeros y nos pasásemos horas en el autobús y muy poco tiempo en los lugares de destino. Nuestra intención inicial era realizar un recorrido por la España que no conocíamos y que nos permitiese disfrutar del viaje a nuestro ritmo y son prisas.
Una de las opciones era alquilar una caravana con la que poder pernoctar donde quisiéramos, pero al final nos decantamos por alquilar un coche barato en Pepecar que nos resultase cómodo pero con todas las garantías que requiere un viaje de estas características por carretera. Dado que tiene oficinas en todas las Comunidades Autónomas, nos pareció la mejor opción para movernos entre las ciudades que nos interesaban. Tras una visita en su web nos decantamos por un Ford Focus que contratamos inicialmente para diez días.
Nuestra ruta comenzó en Málaga y nos llevó hasta Valencia donde hicimos nuestra primera parada. El objetivo inicial era realizar un recorrido por el Norte, una zona más desconocida para nosotros. Tras una noche en la Ciudad de la Luz, arrancamos rumbo a Barcelona, lugar en el que estuvimos dos días y nos llevamos muy gratos recuerdos en el Parc de la Ciutadella y la Sagrada Familia. La Costa Brava fue nuestro siguiente tour donde pudimos disfrutar del sol y el relax que tanto buscábamos. Uno de los sitios que más nos impresionó fue el Cabo de Creus y el fuerte viento de la Tramontana.
La aventura del Norte
Nuestro viaje de novios seguía según lo previsto y, tras unos días en Cataluña, pusimos rumbo a Vitoria con nuestro coche de alquiler y con las expectativas de llegar hasta San Sebastián, ciudad de la que nos hablaron maravillas. Sin embargo, el cansancio, la emoción o el despiste de una, tal vez, provocaron, el accidente que tuvimos en la carretera entre Zaragoza y Vitoria. Lo que inicialmente parecía algo serio, sobre todo para mi marido, todo quedó finalmente en un susto. Nos trasladaron al hospital de la capital aragonesa y nos dieron el alta a los dos al día siguiente. Lo que sí se nos acabó fue nuestro viaje de novios y el Ford Focus terminó con importantes destrozos en la parte delantera.
Tras dar parte a la compañía, en Pepecar se portaron extraordinariamente bien y fueron muy serios en todo momento. Nosotros al contratar el vehículo que este incluía también el seguro de coche, por lo que la compañía nos facilitó bastante todos los trámites y se mostró muy comprensiva. Nuestro viaje por el norte de España se vio frustrado pero quedó emplazado para otra ocasión que, de seguro, será de nuevo con un vehículo de alquiler y parando en todos aquellos lugares de nuestra geografía, tan bella, diversa y, en ocasiones, desconocida.
Los viajes deben de ser una forma diferente para conocer otros sitios y desconectar de la rutina diaria. Sin embargo, no siempre resultan tal y como esperábamos y pueden suceder imprevistos como el que tuvimos nosotros con nuestro coche alquilado. A pesar de todo, lo volveríamos a repetir y lo haríamos con el mismo sistema de alquiler de vehículos que nos resultó económico, seguro y cómodo. Los accidentes no se pueden evitar en ocasiones, pero sí podemos intentar viajar lo más seguros posible informándonos bien previamente y con todas las garantías que requieren los desplazamientos largos en carretera.